UNIDAD CENTROAMERICANA

UNIDAD CENTROAMERICANA
El Art. 55 de la Cn. expresa que los fines de la educación son entre otros: "...conocer la realidad nacional e identificarse con los VALORES DE LA NACIONALIDAD salvadoreña, y propiciar la UNIDAD DEL PUEBLO CENTROAMERICANO..."

martes, 8 de marzo de 2016

Honestidad

La honestidad es un valor moral que consiste en ser y actuar con probidad, rectitud, justicia, sinceridad y veracidad. 
Es la capacidad de una persona para decir la verdad, sobre sí misma o el entorno. 
La práctica de este valor es fundamental en todas las relaciones humanas, tanto de amistad, como en el noviazgo, entre cónyuges, familia, en el trabajo, en fin. La persona honesta es franca, pero también fiel en sus compromisos de estudio, laborales y con el Estado (paga sus tributos).
El leñador
Hace mucho tiempo, en un lejano lugar vivía un leñador con su familia. Todos los días salía a cortar leña, la que luego vendía, así podía conseguir el sustento para su mujer e hijos. 
En una ocasión que regresaba con la carga de leña al pasar por el puente, se le cayó el hacha al río, la que fue arrastrada por la corriente. 
El leñador que era de escasos recursos, muy triste se lamentaba. 
- ¿Qué haré ahora que no tengo el hacha? ¿Cómo conseguiré sustento para mi familia?
De pronto y para su sorpresa apareció en las aguas del río un bella ninfa, quien le dijo:
- Espera buen leñador, yo te traeré el hacha.
La ninfa se hundió en las aguas del río, saliendo luego con una hacha brillante de oro puro; y preguntó:
- ¿Es está tu hacha?
El leñador contestó: 
- No, esa no es la mía.
La ninfa se hunde una vez más en las aguas y saca un hacha de plata, preguntando:
- ¿Es esta?
El desconsolado leñador, le dice tristemente:
- No es mi hacha.
Por tercera vez la ninfa se sumerge en las aguas y esta vez emerge con un hacha de hierro en sus manos; y pregunta:
- ¿Es esta el hacha que se te cayó?
Muy contento el leñador contesta:
- Esa es mi hacha.
El leñador agradeció a la ninfa, quien le dijo:
- Dejaré que conserves el hacha de oro y la de plata, porque a pesar de tu necesidad, fuiste honesto y dijiste la verdad.