UNIDAD CENTROAMERICANA

UNIDAD CENTROAMERICANA
El Art. 55 de la Cn. expresa que los fines de la educación son entre otros: "...conocer la realidad nacional e identificarse con los VALORES DE LA NACIONALIDAD salvadoreña, y propiciar la UNIDAD DEL PUEBLO CENTROAMERICANO..."

lunes, 7 de julio de 2014

Valoremos el Ser que somos

jueves, 17 de abril de 2014

Palabras mágicas


Con el título describo el nombre de algunas palabras; cuya práctica se ha perdido con el correr de los tiempos.
¿Por qué? Son muchas las causas que originan su pérdida; y especialmente la familia juega un papel protagónico en su implementación; lo mismo que la escuela.
Los niños y jóvenes no ven valor alguno en usarlas en su lenguaje cotidiano; y con sobrada razón, pues padres y docentes no las implementan, mucho menos usan.
Saludar (buenos días, buenas tardes, buenas noches), pedir permiso; en fin, son expresiones anticuadas.
Necesario es que la familia principal formadora de valores implemente de palabra y acción normas de cortesía; seguimiento que los docentes deben dar en la escuela.
El uso de expresiones de cortesía nunca perderá vigencia. Saludar, pedir permiso, disculpas y otras, son frases de cortesía que nos ayudan a vivir en paz con nuestra familia, compañeros y amigos.

El siguiente relato muestra la importancia que tiene en la vida practicar el hábito de saludar; pero además, demuestra que todas las personas sin discriminación alguna, merecen un trato digno.

<<Juan trabajaba en una planta distribuidora de carne. Un día, terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores a inspeccionar; en ese momento se cerró la puerta, se bajó el seguro y quedó atrapado.

Aunque golpeó la puerta fuertemente y comenzó a gritar, nadie pudo escucharlo.

La mayoría de los trabajadores habían partido a sus casas, y fuera del refrigerador era imposible escuchar lo que ocurría dentro.

Cinco horas después y al borde de la muerte, alguien abrió la puerta. Era el guardia de seguridad que lo entró y lo rescató.  

Juan preguntó al guardia de seguridad como se le ocurrió abrir esa puerta, si no era parte de su rutina de trabajo, y él le explicó:

- Llevo en esta empresa trabajando 35 años; cientos de trabajadores entran a la planta cada día; pero tú eres el único que me saluda en la mañana y se despide de mí en las tardes. El resto de trabajadores me tratan como si fuese invisible. 

Hoy, como todos los días, me dijiste tu simple "hola" a la entrada, pero nunca escuché el "hasta mañana".

Espero por ese "hola" y ese "hasta mañana" todos los días; para ti yo soy alguien, y eso me levanta cada día.

Cuando no oí tu despedida, supe que algo te había pasado; te busqué y te encontré>>.

Reflexiones de Blas Pascal